Este artículo cuestiona los mitos más comunes sobre el psicoanálisis: que es largo, caro, anticuado y no científico. Explica que la duración y el coste se pactan libremente, que el análisis sigue vivo y vigente, y que tiene un método riguroso con un objeto de estudio claro: el inconsciente. También muestra cómo estos mitos expresan resistencias profundas. Como señaló Freud, el rechazo al psicoanálisis muchas veces no es racional, sino afectivo y cultural.

En esta sección exploraremos el vínculo entre el sistema inmunológico y el psicoanálisis lacaniano, proponiendo una lectura del cuerpo más allá de lo biológico. A partir de la lógica del goce y el síntoma, se plantea que algunas enfermedades pueden encarnar aquello que no pudo ser simbolizado. El cuerpo, así, responde no solo a agentes externos, sino también a perturbaciones internas que el lenguaje no logra tramitar. Allí donde falla la palabra, lo real se inscribe en lo somático

Aquí te cuento por qué es una psicoterapia tan distinta a las demás. El psicoanálisis es una práctica clínica que, aunque no se funda en la lógica de la cura médica ni en el furor sanandi, produce efectos terapéuticos profundos. No se limita a calmar síntomas, sino que apunta a transformar la estructura misma del funcionamiento psíquico que los genera. Por eso no normaliza ni adapta: abre un espacio donde el sujeto puede construir una salida singular y sostenida, no por el sentido común, sino por su verdad más íntima.