Una brújula ética en tiempos de confusión
Desde los seis años, el cuerpo, el esfuerzo y la constancia han sido parte de mi vida: atletismo, gimnasia deportiva, ciclismo de carretera, handball, yoga, natación, calistenia… También he estado inmersa durante años en distintos espacios de formación, tanto como alumna como docente.
Estas experiencias me enseñaron que hay momentos en los que uno necesita a alguien que acompañe, que escuche, que señale algo distinto cuando uno está demasiado adentro de lo mismo. Ahí nace este modo de acompañar: el coaching psicoanalítico. Un espacio para pensar, decidir, destrabar y moverse, sin fórmulas, pero con alguien al lado.
Vivimos en un mundo que nos empuja a decidir rápido, producir más y llegar siempre más lejos. Pero a veces, lo que bloquea no es la falta de voluntad, sino una pregunta no formulada, un deseo sin nombre, una repetición que no comprendemos. Ahí donde las recetas del coaching tradicional no alcanzan, puede abrirse otro camino: uno que no impone objetivos, sino que escucha lo que verdaderamente importa.
El coaching psicoanalítico no se basa en la motivación ni en técnicas para “ser más eficiente”. Es un acompañamiento diferente. Un espacio para detenerse, pensar lo que te pasa, lo que se repite, lo que te frena. Para interrogar tus elecciones, tus vínculos, tus ideales. No para corregirlos, sino para que algo nuevo pueda surgir desde ti.
Trabajo desde una escucha psicoanalítica, pero orientada a contextos donde quizás no se busque hacer un análisis formal, sino tomar decisiones con más claridad, sostener un cambio o revisar un momento vital que pide ser reordenado. Este trabajo no sigue protocolos ni fórmulas, porque cada historia es única. Y porque a veces, más que resolver, se trata de dar lugar a lo que aún no ha podido decirse.
Este acompañamiento puede ayudarte si estás atravesando:
Un cambio importante (laboral, afectivo, migratorio)
Un bloqueo en la toma de decisiones
Dificultades en el liderazgo o la expresión pública
Un cansancio vital sin causa aparente
Una necesidad de parar y escuchar(te)
No se trata de decirte qué hacer, sino de acompañarte a escuchar lo que en ti ya sabe… pero aún no se ha puesto en palabras.
Preguntas comunes...
¿Qué diferencia al coaching psicoanalítico del coaching tradicional?
El coaching psicoanalítico no busca darte una lista de pasos a seguir, sino ayudarte a entender qué te pasa, por qué te cuesta avanzar o por qué vuelves siempre al mismo punto. No se trata de motivarte desde fuera, sino de acompañarte a encontrar una forma propia de decidir, de soltar lo que no te sirve y de sostener los cambios que sí quieres.
Es un acompañamiento comprometido con tu deseo, no con un ideal impuesto. A veces, lo que parecía falta de voluntad era en realidad un conflicto interno no escuchado. Y cuando eso se pone en palabras, muchas cosas se ordenan solas.
¿Es lo mismo que un psicoanálisis?
¿Cuánto dura un proceso de coaching psicoanalítico?
No hay una duración fija. Algunas personas acuden durante unas pocas sesiones para revisar un tema puntual. Otras deciden seguir un tiempo más, según lo que se va desplegando. Lo importante no es la cantidad, sino la calidad del trabajo subjetivo
No. A veces lo único claro es el malestar, la duda o el bloqueo. El trabajo empieza desde ahí, sin exigirte tenerlo todo resuelto de antemano.
No necesariamente. Es para quienes sienten que algo en su vida merece ser escuchado de otra manera. Puede ser útil en momentos de cambio, toma de decisiones, replanteamientos personales o profesionales, incluso sin un síntoma definido.
© 2025 Silvia Álvarez Rodríguez. Todos los derechos reservados